Cuando tienes que decidir...

Decidir... ¿un verbo un tanto complicado, verdad?

Esto es lo que pensamos cuando tenemos delante una gran situación para nosotros y no sabemos por qué vía ir. Siempre es complicado decidir sobre tu vida, ya que te marcas un camino que nunca tienes la certeza absoluta de que será el mejor para ti.

Así pues, quizás más bien convendría cambiar este verbo algunas veces por arriesgar. Arriesgar, por eso, pensando también en nosotros y en lo que realmente queremos hacer más adelante, dejando de lado, muchas veces, sabios consejos de aquellas personas a las que admiramos o respetamos, y siendo un poco más egoístas, que a veces no va del todo mal.


Cuando delante nuestro tengamos algo que decidir, pensemos en qué es lo que más nos conviene y decidamos por nosotros mismos, sin presiones, sin decisiones externas, sólo confiando en nuestro criterio y queriendo, siempre, avanzar.